Las ventajas de los sistemas de inyección directa son grandes - dosificación más precisa del combustible, más potencia, menos combustión o la posibilidad de una mayor relación de compresión. Desde entonces, casi todas las marcas apuestan por la GDI e intentan eliminar sus desventajas y mejorar aún más la eficiencia con nuevas tecnologías.
En la inyección directa (GDI, CGI, TFSI o TBI), el combustible se inyecta directamente en la cámara de combustión a través de un inyector (situado en el cilindro). Se trata de una solución muy favorable, ya que permite un intercambio rápido de la mezcla de combustible y aire a través del pistón. Además, el combustible inyectado reduce significativamente la temperatura en el cilindro, ya que la gasolina fría enfría la cabeza del pistón y las paredes del cilindro, aumentando así la relación de compresión, lo que hace que el motor sea mucho más eficiente.
Los motores de inyección directa permiten quemar mezclas pobres a bajas cargas del motor y consumen mucho menos combustible.
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Desgraciadamente, la forma en que se quema el combustible en los GDI provoca un exceso de óxidos de nitrógeno en los gases de escape. A lo largo de los años, se ha intentado eliminar este problema introduciendo nuevos métodos para reducir la nocividad de los gases de escape. Ha habido soluciones de turboalimentación adicional, inyectores bifásicos o menor cilindrada del motor.
Los depósitos relacionados con la combustión en la cámara de combustión y en la superficie de los inyectores, especialmente en los motores GDI, reducen el caudal de combustible y empeoran el rendimiento de la inyección. Estos depósitos provocan un mayor consumo de combustible, un funcionamiento irregular del motor y un aumento de las emisiones contaminantes.
Todo esto ocurre porque las piezas mencionadas no se limpian con el combustible como en la inyección indirecta.
Un problema más común con estos motores es el efecto LSPI. Una de las causas del LSPI es el ensuciamiento de los inyectores; la otra son los depósitos de carbón en la cabeza del pistón, que son el resultado de los inyectores ensuciados. El fenómeno conduce a la ignición espontánea de este depósito, lo que provoca un rápido aumento de la presión en la cámara de combustión. La consecuencia de la LSPI puede ser un fallo grave del motor, incluida la fractura del pistón.
BIZOL GDI POWER CLEAN es un aditivo de combustible para restaurar el rendimiento de los motores con inyección directa de gasolina: GDI, CGI, TFSI, TBI. Los inyectores limpios son esenciales para un buen rendimiento del motor. Los inyectores obstruidos no recibirán la cantidad correcta de combustible que necesita. El aditivo contiene detergente a base de polieteramina. Elimina los depósitos y previene la formación de residuos, lo que restablece el rendimiento del motor. Reduce significativamente el efecto de LSPI (preignición a baja velocidad).
| Referencia | Embalaje | Languages |
|---|---|---|
| 98017 | 0,5 L | DE / EN / ES / RU / RO / PL / SLO |
BIZOL GDI POWER CLEAN puede utilizarse directamente en el depósito de combustible en cada revisión o cada 10.000 km. Asegúrese de que el depósito está al menos 1/3 lleno - una lata de 500 ml es suficiente para hasta 70 litros de combustible.
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